En medio de un contexto económico desafiante y tras asumir la presidencia de Argentina, Javier Milei ha tomado una de sus primeras medidas económicas: la modificación del salario vital y móvil. Este decreto, que ha generado un amplio debate en la sociedad y en los sectores políticos, se enmarca dentro de su agenda de reformas económicas, que buscan ajustar el sistema a las "realidades de mercado" y poner freno a la inflación.
¿Qué es el Salario Vital y Móvil?
El salario vital y móvil es un monto mínimo establecido por el gobierno para garantizar que los trabajadores reciban una remuneración que cubra sus necesidades básicas de vida, tales como alimentación, salud, transporte y vivienda. Este salario no solo tiene un impacto directo sobre los ingresos de los trabajadores, sino que también es un parámetro clave para la negociación colectiva y el ajuste de otras prestaciones laborales.
Históricamente, el salario vital y móvil se ha actualizado de manera periódica a través de negociaciones entre sindicatos, empresarios y funcionarios del gobierno, tomando en cuenta variables como la inflación y el costo de vida.
El Decreto de Milei: Un Ajuste Contundente
El 1 de diciembre de 2025, el presidente Javier Milei firmó un decreto en el que fijó el nuevo monto del salario vital y móvil, estableciendo un aumento significativo con respecto al valor anterior. A través de este decreto, Milei busca reducir la brecha entre los salarios y la inflación, pero al mismo tiempo, en sus declaraciones, dejó claro que su política económica no se centrará en subsidios o ajustes expansivos, sino en una "corrección estructural" del mercado laboral.
El nuevo salario vital y móvil, que se ajustará de manera semestral y en función de los indicadores económicos del país, tiene como principal objetivo la estabilización de los costos laborales, un punto central de la visión de Milei sobre el desarrollo económico de la nación. De esta forma, busca incentivar la formalización del empleo y la inversión, argumentando que un mercado de trabajo más flexible y competitivo es clave para la reducción de la pobreza y la generación de empleo de calidad.
Repercusiones y Reacciones
La medida, que se produce en un contexto donde la inflación sigue siendo uno de los principales problemas económicos del país, ha generado tanto apoyos como críticas. Por un lado, desde el oficialismo y algunos sectores empresariales, el ajuste es visto como una respuesta necesaria para frenar la creciente desconfianza en el mercado laboral y dar señales claras de un cambio en la política económica. Sin embargo, los sindicatos y algunos sectores de la oposición han manifestado su preocupación, al considerar que el aumento no es suficiente para cubrir los desajustes salariales generados por años de inflación galopante y la pérdida del poder adquisitivo.
Además, expertos en economía advierten que, aunque el nuevo salario vital y móvil podría representar un alivio para los sectores más vulnerables, también podría generar tensiones en las negociaciones laborales, especialmente en un contexto donde los costos de vida continúan incrementándose.
Un Debate Abierto
El decreto de Milei sobre el salario vital y móvil no solo ha reavivado el debate sobre la política económica del gobierno, sino también sobre el futuro del mercado laboral argentino. Mientras algunos celebran las medidas de ajuste como un paso necesario para mejorar la competitividad y la estabilidad macroeconómica, otros temen que la estrategia de Milei termine acentuando las desigualdades sociales ya existentes en el país.
En el horizonte, la cuestión sigue siendo cómo equilibrar los intereses de los trabajadores, los empresarios y el gobierno, en un contexto en el que la inflación y la pobreza son desafíos persistentes. Las negociaciones que se desarrollen en los próximos meses, especialmente en relación con la próxima actualización del salario mínimo, serán cruciales para medir el impacto de las políticas de Javier Milei sobre el bienestar de los trabajadores argentinos.