El reciente informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) muestra un incremento mensual de la inflación del 2,5% en noviembre de 2025, lo que refleja una tendencia preocupante en el aumento de los precios en Argentina. Durante el último año, la variación mensual de los precios ha oscilado entre niveles elevados, alcanzando un 3,7% en marzo de 2025, y con varios meses con cifras superiores al 2%. Esta inflación continúa afectando el bolsillo de los argentinos, especialmente en un contexto donde los salarios no logran mantener el ritmo de estos aumentos.
Desde diciembre de 2024, cuando la inflación mensual fue del 2,7%, los consumidores han tenido que enfrentar incrementos sustanciales en el costo de productos y servicios. Aunque en los últimos meses de 2025 los índices de inflación parecen haber disminuido ligeramente (con un 1,5% en mayo y 1,6% en junio y julio), el aumento de 2,5% en noviembre es una señal clara de que la economía argentina sigue siendo vulnerable a las presiones inflacionarias.
Este aumento de los precios ha erosionado el poder adquisitivo de los argentinos, ya que los salarios no han aumentado a la misma velocidad. Muchos trabajadores han visto cómo su poder de compra disminuye, afectando su capacidad para cubrir necesidades básicas como alimentos, vivienda y transporte. La brecha entre el crecimiento de los precios y los salarios continúa siendo un desafío central para la economía del país.
El índice de inflación de noviembre también marca un periodo donde la tendencia alcista parece haberse estabilizado, pero la presión económica sigue siendo significativa, especialmente para las familias de ingresos medios y bajos. Si la inflación sigue este camino, el riesgo de un empobrecimiento generalizado será cada vez más evidente.
Este escenario exige una respuesta urgente del gobierno argentino, que deberá tomar medidas para controlar la inflación, mejorar los salarios reales y fortalecer la economía para que el poder adquisitivo de los ciudadanos no continúe deteriorándose.
