¿Por qué no elegir jueces y fiscales generales por voto popular?

La soberanía de los pueblos, establece que el Estado Moderno debe contar con gobiernos de representantes electos por voto popular en las urnas. y porque no nos hacemos esta pregunta

¿Por qué no elegir jueces y fiscales generales por voto popular?

Dicho estados tienen, por lo regular tres órganos de poder: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, independientes entre sí y iguales en jerarquía entre sí, en teoría. Pero, el principio de la soberanía popular expresada en las urnas, únicamente es aplicada para la elección de los representantes del Ejecutivo y Legislativo. Los integrantes del Órgano Judicial no son electos por voto popular.

El argumento teórico, nada sostenible en los hechos, para repeler la demanda de la elección de jueces y fiscales por voto popular es: “Los que aplican la justicia deben ser imparciales. Y no pueden ser electos por voto popular”.

PENSEMOS POR UN SEGUNDO La elección de jueces y fiscales por voto popular abonaría a la democratización y perfeccionamiento de la democracia. Y, si al mismo tiempo se reconoce la figura de la revocatoria de mandato para todo funcionario público de elección popular, ayudaría a transitar la JUSTICIA representativa corroída hacia una justicia participativa. Entonces, la ciudadanía tendría la potestad de elegir a sus jueces y fiscales, y de sancionarlos cuando éstos incumplan la Ley.

¿Es viable la elección de jueces y fiscales por voto popular?
¿Razonable o demagógico? Diversas voces de la sociedad civil vienen manifestando su insatisfacción con la actuación de los órganos de justicia, ya sea por lo engorroso y lento que puede resultar un proceso judicial, como por los ánimos de parcialidad que se encuentran en las decisiones de los magistrados. Muchos exigen la reforma total del Poder Judicial, una actuación más certera del CSJN o un incremento en la magnitud de las penas que se imponen a los malos magistrados.

Y aunque un sector sostiene que esto no sería posible porque se viciaría políticamente la elección de cargos que requieren imparcialidad, lo cierto es que nuestro actual sistema no ha resuelto los problemas que desprestigian la labor judicial. Históricamente, los jueces y fiscales se han aprovechado, justamente, de la nula injerencia que pueda tener el soberano en los asuntos de la magistratura; tratando de influenciar las decisiones de los magistrados de alto nivel, ante la indignación popular que nada puede hacer para controlar o fiscalizar estos actos.



Imagen ilustrativa (Google)
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