El aumento del costo de vida pone presión sobre los hogares: alimentarse, pagar la luz, el gas y otros servicios se ha vuelto un desafío para muchas familias.
Mantener una familia de cuatro personas en 2025 implica una cuidadosa administración del presupuesto. Entre alimentos, servicios básicos y otros gastos esenciales, los ingresos deben estirarse al máximo para cubrir las necesidades mensuales.
Alimentos: una parte sustancial del presupuesto
De acuerdo con informes de economistas y datos de organismos oficiales, una familia compuesta por dos adultos y dos niños destina en promedio entre $70,000 y $100,000 pesos mensuales** en alimentos, dependiendo de la región y los hábitos de consumo. Los productos frescos como frutas, verduras, carne y lácteos encabezan la lista de gastos, con precios que han sufrido ajustes constantes debido a la inflación.
"Hay productos que aumentan semana a semana. Antes podía hacer una compra grande y me duraba el mes. Ahora tengo que comprar lo justo cada vez que cobro", cuenta Laura, madre de dos hijos y trabajadora independiente.
Servicios básicos: un costo que no para de crecer
A los gastos en alimentos se suman los servicios básicos: luz, agua, gas e internet. En promedio, estos servicios representan un gasto mensual de entre $25,000 y $40,000 pesos, dependiendo del consumo y la ubicación geográfica.
- Electricidad: Con tarifas que varían según la época del año, el consumo medio mensual ronda los $8,000 a $12,000 pesos.
- Gas: Para cocinar y calefaccionar, una familia puede gastar entre $6,000 y \$10,000 pesos al mes.
- Agua: El servicio de agua corriente cuesta aproximadamente $3,000 a \$5,000 pesos mensuales.
- Internet y telefonía: Los servicios de conectividad, hoy esenciales para estudiar o trabajar, pueden costar $7,000 a $10,000 pesos al mes.
Un presupuesto ajustado
En total, los gastos mensuales básicos para una familia tipo se estiman entre $100,000 y $140,000 pesos, sin incluir alquiler, transporte, salud o educación, lo que hace evidente la presión económica que enfrentan muchos hogares.
"Trabajamos los dos y aún así hay que hacer malabares. Todo sube menos los sueldos", señala Marcos, empleado administrativo y padre de familia.
Conclusión:
El costo de la vida familiar en 2025 continúa en aumento, obligando a muchos a replantear hábitos, buscar segundas fuentes de ingreso o reducir el consumo. La economía del hogar se ha vuelto un terreno desafiante, donde cada gasto debe ser pensado con precisión.